Translate

Mostrando las entradas con la etiqueta Juan 4: 10-15. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Juan 4: 10-15. Mostrar todas las entradas

martes, 22 de diciembre de 2015

Termina siendo fuente

Cualquier etapa de la vida tiene su reto. Dicen y estamos claros de que cualquier decisión tiene su consecuencia. Todo pensamiento su reacción y las emociones su estado de ánimo. Ciertamente en nuestra humanidad aprendemos que las cosas deben ser congruentes. Me explico! Si perdemos algo, lo normal y esperado es que nos desanimemos. Aquí va otro, si se nos acaba el dinero puede ser que prevalezca cierta tristeza o desesperación. Los momentos de nuestra vida se quedan grabados en nuestra mente y contribuyen a crear nuestra historia.

De aquí partimos para evaluar lo exitosos, bendecidos, emprendedores, dichosos, acaudalados y prósperos que hayamos sido. Sin embargo también somos jueces en la otra cara de la moneda. Atribuimos a nuestras determinaciones cuan perdedores, pobres, derrotados, malditos, infortunados o desamparados podamos ser. Sin embargo no es un secreto que cuando conocemos a Jesús nuestra existencia cambia y la vida se torna en una completa dependencia hacia Él. Comprendamos hoy que conocimos a la fuente. EL dijo a  Moises en Exodo 17:6
“He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo.” Era mucho el pueblo pero no faltó ninguno sin quedar saciado.

En un dialogo con la mujer Samarita que se descibe en Juan 4: 10-15 Jesús le dijo: “Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
La palabra don proviene del griego doreá, la cual literalmente significa regalo. El don de Dios es eso precisamente, un regalo para la humanidad el cual no se gana por méritos propios, sino que se obtiene por medio de la fe.

Miremos a Juan 14: 17 dice “el Espíritu de la verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros”. V. 20“En aquel día ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mí, y yo en ustedes”. V.26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.

Ahora bien si Cristo vive en nosotros como dice  y el Espiritu Santo mora en nosotros somos semejante a Él y también podemos ser fuente. Que maravilloso verdad!
 
Datos que he aprendido de diversas fuentes didácticas dicen lo siguiente:

Las fuentes siempre tienen reservas, mucha agua se encuentra retenida en el suelo y luego es liberada.
Son un recurso natural donde su precio es incalculable
El agua nunca se pierde

Influye al Clima
Podemos disponer del agua todo el año

Apliquémoslo!
1. Dios te ha dotado de la capacidad de retener la palabra esa será la vía para que siempre dispongas de una reserva natural y pura.

2. El amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones, somos, linaje escogido, nación santa, real sacerdocio, pueblo adquirido por Dios. Así que tu valor es inmenso hasta el punto que dio a su único hijo para que todo aquel que en él cree no se pierda!
3. Hay un elemento importante que siempre nos guía y es el Espiritu Santo. Dice la palabra que nos guiará a toda verdad y toda justicia.

4. La manera en que te ves y conoces la postura de Dios en cuanto a ti influye en cómo te sientes. Así que hoy es necesario que recuerdes que eres más que vencedor por medio de aquel que te amó.
En este tiempo en que finaliza el año seamos fuentes, no dejemos destilar el amor de Dios, que su palabra fluya como torrentes sobre nuestras vidas, que su fe y esperanza sea la reserva constante que nos anime a continuar en pos de su llamado.

No dejemos de fluir, no seamos estanques, ni esperemos que el ángel descienda, cuando ya tenemos y conocemos la manera de ser sanados, libres y salvos por medio de su gracia.

 Un abrazo