Leamos lo siguiente con detenimiento:
Hola Soy PASTOR de ovejas:
Mi trabajo es constante y difícil porque tengo que enseñarlas a las ovejas a seguir instrucciones.
Todos los días saco al rebaño del redil y lo llevo y frescos pastos.
En la primavera ayudo a las ovejas a tener sus crías ya que esta es la época de su multiplicación.
Después de la cosecha, las llevo a comer los brotes nuevos y los granos que habían quedado en los campos.
En el verano, busco pastos en terrenos más elevados y frescos. Puedo pasarme días trabajando y durmiendo al aire libre.
Vigilo los rediles descubiertos. Protejo a las ovejas de los chacales y las hienas. Si se espanta el rebaño, con mi voz las calmo.
Al ponerse el sol, cuento mis ovejas y las examino una a una. Por la mañana las llamo, y ellas me siguen hacia los pastos (Juan 10). Al mediodía las abrevo en charcas de agua fresca. Y si las charcas se secan, las conduzco a un pozo donde les saco agua.
En el invierno regreso con ellas a casa para resguardarlas.
Waooo cuánto cuesta una oveja!!!! La vida del pastor quedaba ligada a su rebaño y por consiguiente a sus ovejas.
Es importante resaltar para objeto de este artículo que también los pastores ayudaban a los campesinos que tenían pocas ovejas. Sin embargo, los pastores asalariados tenían fama de tratar mejor a sus propios animales que a los de otros (Juan 10).
Al observar la época del exilio en Babilonia Ezequiel (34,1-16) habla duramente contra aquellos pastores de su pueblo, sus guías políticos o espirituales, que habían fracasado en su misión de servicio, descuidando sus funciones o peor aún aprovechándose de su posición para apacentarse a sí mismos, abusando de y maltratando a las ovejas que habían sido confiadas a su cuidado. También Jeremías alzó la voz en nombre de Dios para llamar duramente la atención a aquellos pastores irresponsables: «¡Ay de los pastores que dejan perderse y desparramarse las ovejas de mis pastos! (…) Ustedes han dispersado las ovejas mías, las empujaron y no las atendieron» (Jer 23,1-2).
En Juan 10 refiriendose Jesús al pueblo expresa lo siguiente:
«Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este rebaño, también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.
Tal promesa la cumple Dios en su Hijo, el Señor Jesús. Él es Dios mismo que se compadece al ver a tantos que andaban «como ovejas que no tienen pastor» (Mt 9,36).
Ese ideal del oficio pastoril debió de cultivarse especialmente en el sur, donde la imagen del pastor serviría más tarde como modelo de la figura del rey; esta tradición la podemos percibir así mismo en el lenguaje de Jesús (Jn 10:18).
El precio de una oveja representó la muerte de un rey. Lo conoces “EL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES!
Un abrazo!!!
por H. Martens, Parte II, y otros datos culturales..Recuperado de: http://www.caminando-conjesus.org/HISTORIA%20CULTURA/HISTORIA%20DE%20LA%20CULTURA%20DE%20LA%20BIBLIA.htm
http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2012812. Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
http://humanitas.cl/html/destacados/evangelio/200f09.html
Referencias
Donoso Brant (s.f). Preparado desde los artículos selectos del “Manual de la Biblia”por H. Martens, Parte II, y otros datos culturales..Recuperado de: http://www.caminando-conjesus.org/HISTORIA%20CULTURA/HISTORIA%20DE%20LA%20CULTURA%20DE%20LA%20BIBLIA.htm
http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/2012812. Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
http://humanitas.cl/html/destacados/evangelio/200f09.html
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